No fue hasta entonces que conocí las dos caras del amor, aquel día de marzo frente a él sin saber lo que me esperaba fue cuando encontré mi verdadero yo… la sumisa que siempre estuvo en mi y que nunca percibí como tal. Fue instantáneo, un escalofrió recorrió mi cuerpo, era él, no había ninguna duda solo un ligero e infundado temor al cual mi ser ignoraba por completo.
Hace tanto y a la vez tan poco de aquel entonces… tanto ha pasado y he crecido. Fue como si nos conociéramos de toda la vida, mi confianza fue inmediata. Desde entonces y progresivamente algo fue sucediendo, yo que en la vida cotidiana soy tan independiente comencé a ceder mi voluntad y fue increíble porque fue sin premeditar…
Hoy soy suya, lo que el desee, su sumi, su cosa, amante, mujer y no crean que es fácil… como todo diamante quedan muchas asperezas por pulir pero así soy feliz. El lo es todo para mi y aunque esa frasecita asuste, debo decir que encontrarlo fue lo mejor que me ha sucedido en la vida porque encontrándolo, me he encontrado a mí.
No, no es fácil, pero la recompensa... no es inmensa y equilibra todo???
ResponderEliminarEsperemos que siempre sea así. No te ausentes mucho, preciosa ;)