Parece que fue ayer y sin embargo ya han pasado dos largos años con todos sus días desde aquella comida un día de marzo en que lo conocí… no tengo palabras para trascribir ese momento. Supe que era El ni bien lo vi… incluso a lo lejos antes de saber que el era El, incluso antes de presentarnos…
Fue increíble, comimos y charlamos como si nos conociéramos de toda la vida y desde mi interior algo inmediato nació hacia El… fui suya desde ese instante, mi gestos me delataban, mi mirada, mi voz… todo.
Y esa magia del primer momento se renueva día tras día y nos va haciendo más unidos, más únicos, mas uno como Amo y esclava. Nos vamos estabilizando sin perder los juegos, la gracia, las ganas…
No todo es luz, también tuvimos oscuridad pero esto hace que el resplandor sea mayor así que no tengo quejas. Soy inmensamente feliz y me siento agradecida por tener la oportunidad de entregarme a quien en verdad merece lo que le brindo.
El es lo mejor que me ha pasado en la vida…
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