Tomo conciencia de que algunas cosas que antes yo misma recriminaba de otras sumisas ahora mismo las hago automáticamente… pido permiso para todo y no lo pienso, simplemente lo hago de forma mecánica.
Es así que descubro dos cosas, la primera es que la entrega es un estado. Una no anda pensando si debe o no debe hacer o dejar de hacer, nace y fluye naturalmente lo correcto y es increíble porque pocas veces una se equivoca. Lo segundo es que este proceso es mas corto de lo que parece y mucho mas natural de lo que una piensa… hace nada renegaba hasta de la palabra esclava y hoy es para mi un orgullo ser la esclava de…
Me encuentro mas feliz que nunca y aunque estoy segura que tiene mucho que ver con mi estado en particular no dejo de pensar que este es el pez que se muerde la cola, si yo estoy bien, nosotros lo estamos y si nosotros lo estamos pues yo estoy mejor…
Adoro ser Su esclava,
adoro hacer sin pensar…
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